La playa del Burrero y la de San Agustín o playa de Atrás cuentan con dos nuevos tótems del sistema ‘OneUp’ para el rescate acuático, que contienen varios salvavidas plegados, ligeros y compactos que se abren al entrar en contacto con el agua del mar cuando se dé una situación de peligro de bañistas y que mejoran y refuerzan así la seguridad en las zonas de baño de la costa del municipio.
La alcaldesa Ana Hernández, la concejala de Playas y Salud Pública, Minerva Artiles, y los creadores del sistema ‘OneUp’, presentaron este lunes los nuevos equipamientos. También fueron entregados salvavidas plegables a la Policía Local, Protección Civil y al personal de la empresa Proactiva Service Acuatic, que presta los servicios de salvamento y socorrismo durante los meses de verano en El Burrero.
Ana Hernández afirma que “continuamos trabajando para dotar de servicios a nuestra costa y en especial a las zonas de baño, que le aportan calidad a nuestra playa”, y añade que “estamos haciendo un gran esfuerzo por mejorar, tanto en instalaciones como en servicios nuestra playa, y lo único que solicitamos es respeto y evitar actos vandálicos en todos esos nuevos elementos que vamos incorporando y que benefician a todas las personas que vivimos en este municipio y que, como en esta ocasión, pueden salvar vidas en el mar”.
Por su parte, Minerva Artiles, asegura que “una vez más desde el Ayuntamiento apostamos por la seguridad en nuestras costas y en este caso lo hacemos con una empresa canaria”. La edil adelanta que a comienzos de septiembre comenzarán una serie de intervenciones para dotar la playa de zonas de servicios con accesos sin barreras, colocar un puesto de socorrismo, “que se harán con las menores molestias posibles para las personas usuarias de la playa, y además para el año que viene contamos con una partida en los presupuestos para poner un nuevo tótem en la zona del Dique Sur, que es utilizada generalmente por deportistas acuáticos”.
Este novedoso sistema de seguridad, creado por los canarios Saúl de León, Luis Borges y Sergio Macías, está activo 24 horas. Consta de un tótem pintado de rojo y de acero inoxidable de 1,80 metros de altura y 30 centímetros de diámetro en su base y contiene en su interior varios dispositivos de ayuda a la flotación, 20 veces más pequeños que el aro salvavidas tradicional. De fácil manejo, el flotador se encuentra plegado en un pequeño tubo que puede ser lanzado desde la costa y que en contacto con la salinidad del agua de mar se abre de manera instantánea. Además, una vez se accede al interior del tótem rompiendo la puerta de metacrilato, un sistema de comunicación alerta a los servicios de emergencia de forma automática. Suena una sirena acústica y otra visual, y nos pone en contacto con los servicios del 112 o policía para comentar el estado actual de la situación. El tótem es completamente autónomo y su batería se carga con una placa solar que lleva instalada.