EL DIARIO LA PROVINCIA PUBLICA UN NUEVO ARTÍCULO DEL CRONISTA DE INGENIO

Rafael Sánchez habla de la disputa que mantuvo en litigio desde 1871 hasta 1916 a los heredamientos de Agüimes y Carrizal.

El periódico La Provincia- Diario de Las Palmas ha publicado recientemente un amplio artículo del cronista de la Villa de Ingenio, Rafael Sánchez Valerón. El cronista recoge a doble página el duro enfrentamiento entre los heredamientos de Carrizal y de Agüimes que puso en pie de guerra a ambas partes desde 1871 hasta 1916. Los escritos de la época destacan las intervenciones del abogado José Mesa y López junto a Juan Melián Alvarado, por parte de Agüimes; y de Maximiano Ramírez Morales, en defensa de Carrizal, saldándose el pleito con la victoria en el Supremo de los heredamientos agüimenses. Rafael Sánchez detalla cada una de las fases del conflicto partiendo de los orígenes de los heredamientos una vez finalizada la Conquista. Las llamadas “áreas de captación acuífera surgidas desde la cuenca del Barranco de Guayadeque” y los litigios librados a lo largo de los siglos por la explotación y aprovechamiento del agua para riego fueron, a tenor del autor, “una constante”. El fallo final del Tribunal Supremo a favor de los heredamientos de Agüimes terminó con casi medio siglo de disputas en el que los caminos de la administración y los dictámenes judiciales condujeron, en no pocas ocasiones, a paradojas insalvables para cualquier letrado.

El cronista apunta, al final de su artículo, que las “heredades de Agüimes recusaron trece jueces y trece ingenieros, interpusieron ocho incidentes de nulidad, recursos de reposición y seis apelaciones”. A todo ello se une, según el autor, la sangría económica que el pleito supuso para los heredamientos de Carrizal y de Agüimes debido a las costosas minutas de los abogados, técnicos y trámites judiciales, aparte del montante correspondiente a las obras. Rafael Sánchez finaliza diciendo que “de las cuatro minas construidas por los heredamientos de Agüimes a lo largo de tres décadas, tres han desaparecido, conservándose algunos pozos de ventilación en el cauce del barranco”.